¿Cómo se hace Oil Pulling para encías saludables?

Por genética, tengo mis encías delicadas. La higiene y disciplina que debo de tener para no caer en algo crónico, es importante y eso me ha llevado a ser juiciosa y puntual con este ritual que tiene a mi periodoncista felicitándome por la salud de mis encías.

¿Y acaso me volví una loca de la seda dental? ¡Ojala! No saben cuánto he sufrido para adquirir ese hábito y aunque todavía no puedo decir que lo tengo al ciento, sí puedo asegurar que lo que mantiene mis encías fuertes y saludables, es mi ritual del Oil Pulling.

Desde jovencita soy medio maniaca con la limpieza de mis dientes. Incluso, un dentista, me dijo que no debía lavármelos tanto porque, según, podía afectar mi esmalte. Lo que pasa es que yo me comía un dulce y me cepillaba los dientes.

A mi mamá la operaron de las encías cuando yo era una chamaquilla. Fue una cirugía de caballo, le levantaron todas las encías, le limaron el hueso y a cerrar de nuevo. Tenía puntos en los puntos. Pobre, me muero del pesar, cuando recuerdo.

A mis 30, pocos días antes de mi boda, me hicieron la misma cirugía. Y sí, es de caballo, duele cabrón y no quiero volver a pasar por ahí.

Entonces recordé ese ritual que pocos años antes, un amigo yogui, me había recomendado. Yo lo hice algunas veces pero me dio pereza seguir haciéndolo y chao.

Lo retomé desde que decidí que no quiero sufrir de mis encías. Y ahora, todas las mañanas de mi vida (a veces me salto fines de semana por perezosa), antes de que cualquier otra cosa suceda, me meto un buche de aceite de ajonjolí a la boca y comienzo con mi ritual.

¿EN QUÉ CONSISTE?

Este ritual es un remedio ayurvédico que consiste en pasar aceite (de coco o de ajonjolí) por entre los dientes y toda tu boca durante 3 a 20 minutos. Esto se debe de hacer en ayunas hasta de agua, lo primero que hagas al levantarte.

En realidad este remedio está diseñado para 15 a 20 minutos pero esto suena abrumador cuando uno comienza. ¡Veinte minutos! ¡Eso es toda una vida! (somos un poco exageradas) y sí, es un montón de tiempo para estar parada frente al espejo haciendo buches, pero si lo tomas como yo que me levanto, me doy mi buche y mientras pasa el tiempo, preparo mi agua caliente para la segunda fase del ritual, para mi té, en fin, hago algunas cositas para ayudar a que el tiempo no se haga tan lento.

Igual, si no tienes tiempo, es mejor hacerlo 3 minutos que no hacer nada.

EL ACEITE

Hay quienes lo recomiendan con aceite de coco, hay quienes prefieren usar el aceite según su dosha, yo soy Vatta Pitta y por eso uso de ajonjoli, pero si no sabes de lo que te estoy hablando, utiliza coco o ajonjolí para mejores resultados y mantente alerta de la información sobre ayurveda que ya estoy compartiendo.

Yo preparo mi propia botella de aceite de ajonjolí que tengo en el baño y le mezclo 15 a 20 gotas de aceite esencial de Tea Tree. Esto le da un extra boost a mi ritual ya que el tea tree es antibacterial y desinflamatorio. También le puedes poner aceite esencial de cardamomo para similares efectos y sabor delicioso, limón para blanquear los dientes, on Guard para desinfectar. En fin puedes hacer tu propia pócima. Eso sí, ten en cuenta que los aceites que debes usar son grado terapéutico. Yo uso doterra pues es una marca comprometida con la calidad y eso es importante para cuidar mi salud.

EL BUCHE

El buche debe de ser suave, debes de pasar el aceite por tus dientes, tu lengua, de un lado a otro pero suave. Puedes usar una cucharada de tu aceite y será suficiente.

EL ESCUPITAJO

No vas a escupir en el lavamanos ni en el inodoro. Para eso vas a designar una botella, en donde vas a escupir todos los días tu aceite y al final de la semana, tiras esa botella a la basura.

Yo sé que esto suena un poco asqueroso pero no lo es tanto. Yo lo hago en botellas pequeñas para que cada semana pueda botarlo. Esto es para que no contamines el agua pues cada gota de aceite contamina 80 litros de agua.

LA ENJUAGADA

Ahora sí viene el paso final: En una taza de agua tibia pon 1 cdita de sal de mar, lo puedes hacer así solo agua y sal o puedes hacer los hacks que yo hago.

De cualquier forma, vas a enjuagarte la boca con esa agua salada, haciendo buches y limpiando el exceso de aceite de los dientes. Esto si lo puedes escupir en tu lavamanos. Si usas un limpiador de lengua de metal, este es el momento perfecto.

Una vez acabes con tu agua ¡listo! No necesitas lavarte los dientes, de hecho te queda la boca más fresca que con cepillo y crema dental.

LOS HACKS PARA EL AGUA

Al agua caliente yo le pongo un día sal de mar y otro día bicarbonato de sodio. Mi madre descubrió, hace poco, que el bicarbonato oxigena las encías, así que hice esa modificación e intercalo entre la sal y el bicarbonato. Además, yo le hecho a mi tacita de agua caliente: 3 gotas de aceite esencial de menta que me deja la boca super fresca, una gota de aceite esencial de tea tree, una gota de On Guard y a veces le pongo una gota de orégano.

El agua queda fuerte pero no más fuerte que una de esas pastas dentales que pican y todo.

LA INTENCIÓN

Todo es la intención, mis brujildas, mientras hacen este ritual, que no todo se les vaya en quemar el tiempo. Estar presentes durante nuestros rituales es importante, entiendo que puedes hacer cosas mientras haces los buches, por ejemplo, pero trata de estar consciente del aceite pasando por tu boca, detente por momentos y visualiza al aceite limpiando y llevándose las bacterias.

Luego, con el agua, imagina cómo la sal te desinflama y limpia y los aceites esenciales hacen su trabajo en tus encías. Visualiza tus encías perfectas, saludables y balanceadas.

Verás cómo estos rituales que te traen bienestar físico también te traen bienestar mental.

Si tienen dudas, me preguntan.

Las abrazo,

Ana Bolena ∞ AlasdeOrquidea