La salud perfecta es posible

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Quiero comenzar por recalcar que lo que yo llamo la tridimensionalidad del ser: alma, mente, físico, debe estar equilibrada para acceder a una salud perfecta.

No se puede estar saludable físicamente y no tener una vida espiritual armonizada y viceversa. El “viceversa” es del que hoy les voy a contar.

Partamos del punto en el que tenemos la mente abierta para no resistirnos a la idea de que las enfermedades son tanto causa como consecuencia de la vida espiritual.

Las enfermedades o impases que vivimos en la experiencia humana, pueden ser manifestados debido a la falta de camino y conexión interior, así como también pueden ser pruebas específicas que nuestra alma decide experimentar. Nuestra intuición sabrá darnos a comprender nuestro caso específico.

La meditación nos acerca al equilibrio necesario para saber la diferencia de lo que nos toca vivir; ¿tenemos el interior olvidado por completo o tenemos una prueba por librar? Según la respuesta, afrontamos, aprendemos y fluimos.

Meditar nos lleva a un camino de vida más consciente y, por ende, más saludable. Los beneficios que trae la meditación a nuestro plano físico son incontables, desde mejores relaciones hasta nivelar la presión sanguínea y reducir el riesgo de diabetes.

¿Se va poniendo interesante?

Las prácticas de meditación y conciencia nos llevan en automático a una vida más saludable y con menos dolencias. ¿Mágico? Sí, ¡mágico! Mágicamente mejora tu capacidad de sueño, detiene el proceso de envejecimiento; es mejor que cualquier crema antiedad. Reduce las probabilidades de un ataque cardiaco o condiciones neurológicas.

Disminuye el estrés, mejora la calidad de vida, inhibe la depresión: la gente que medita muestra niveles significativamente más bajos de cortisol –la hormona del estrés– a comparación con los que no meditan. El estrés es el causante de infinidad de malestares actuales; ¿imaginas que pudieras prevenir que te sucedieran? Meditar es mejor que cualquier dieta para bajar de peso, la práctica de esta técnica milenaria te ayuda a manejar la ansiedad, emoción responsable del sobrepeso de la gran mayoría. Adquirir el hábito de la meditación fortalece tu sistema inmunológico, haciéndote menos propenso a virus y enfermedades como la gripa. Te da energía y te vuelve más activo, enfocado y alegre. Incluso nos ayuda en la productividad. He escuchado a mucha gente decir que no tienen tiempo de meditar porque tienen demasiado trabajo y cosas qué hacer. Meditar eleva tu rendimiento y te lleva a trabajar más enfocado y, con ello, lograr más en menos tiempo.

Mejora la capacidad de concentración, potencia la creatividad y aclara la visión ante nuestra misión de vida.

Cuando comienzas a limpiar tu ser desde adentro, se benefician todos tus planos. Un espíritu en paz es una mente equilibrada; un espíritu en paz y una mente equilibrada se manifiestan en un cuerpo saludable y receptivo.

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