3 razones para pertenecer a un círculo de mujeres

¿Sólo 3? Fue la pregunta que me hice a mí misma cuando comencé a escribir esto. Los círculos de mujeres son un flotador para la vida, son espacios en donde el juicio queda fuera y tenemos permiso de escuchar y ser escuchadas, de llorar y sostener a quienes lloran y de abrazarnos fuerte para sentir nuestro amor.

La primera razón: Porque nos reconecta con el lado femenino

Antes yo no lo entendía, eso de reconectar con el femenino, me parecía una de esas frases que, una de dos, o decía algo muy profundo o era una mafufada. Y no. Resulta que conectar con la energía femenina es básico no importa si eres hombre o mujer, ambos tenemos esa dualidad pero como la energía femenina ha sido catalogada de débil a lo largo de la historia, nos hemos conectado más desde el hemisferio masculino. Nosotras y Ellos también.

¿Y esto qué quiere decir?

Por nuestro ser corren dos energías y priman dos hemisferios cerebrales: el derecho y el izquierdo, el positivo y el negativo, el masculino y femenino. Como se podrán dar cuenta, hasta se encuentran las relaciones: femenino-negativo, pero eso no era para que la sociedad patriarcal se lo tomara tan a pecho y nos oprimiera durante la historia.

Verán, negativo se refiere a que recibe, no a que es maligno. Positivo a que da, no a que es benigno.

Esto para explicarles que somos un flujo de energía masculina y femenina constante, pero como nos han dicho que la masculina: no emocional, ganar dinero, ser fuertes, etc, es la “positiva” (esta vez si de benigna) entonces nosotras crecemos desconectadas de la intuición, de nuestras emociones y, por supuesto, nuestra oscuridad.

Cuando nos acercamos a mujeres, nos permitimos ser vulnerables y aprendemos a recibir amor de otras mujeres, balanceamos el flujo de energía femenina en nuestro cuerpo, esto no solo nos hace sentir renovadas, recargadas y felices, sino que mejora la salud de nuestras relaciones, nos enfoca y nos motiva para mantenernos en pie.

La segunda razón: Porque tejemos juntas nuestros sueños

Cuando nos juntamos con mujeres y escuchamos sus historias, empatizamos y estamos más proclives a ayudar. Hoy en día, por ejemplo, sé que los regalos de navidad no se los voy a comprar a Amazon, sino a mis hermanas emprendedoras.

Por eso es bueno buscar esos espacios con mujeres que piensen como tú. Nos hemos acostumbrado a rodearnos de mujeres con las que nos sentamos a criticar a las otras o a hablar de la vida de las otras de una manera destructiva. Las mujeres tenemos fama de darnos la cuchillada por la espalda, y eso es porque siempre se nos ha puesto en contra. Y cómo más funciona el patriarcado sino es sostenido por nosotras mismas que lo seguimos practicando o pasando a las siguientes generaciones como una letra escarlata.

Es hora de darnos cuenta de que la forma de crecer es apoyándonos en la de al lado, que nuestra naturaleza femenina es amorosa, maternal (y con esto no me refiero necesariamente como madre de un niño sino como creadora de sueños), servicial, compasiva; ese es el negativo, el negativo recibe la carga y la transmuta a la luz, al positivo.

Si nos sentamos en círculo y nos escuchamos, si nos damos la mano, el tejido nos sostiene a todas y entonces, todas, lograremos sostener la vida en el mundo.

La tercera razón: Porque mejora tu experiencia como mujer

Cuando vemos a otras mujeres ser Ellas, nos inspiramos. Las vemos cómo se mueven, cómo hablan, cómo sienten o afrontan la vida y tomamos de ellas lo que no sabemos cómo hacer, porque no nos lo enseñaron; ahora nuestras hermanas llegan a mostrárnoslo.

De las mujeres conocemos todo sobre la energía femenina. Cada una de nosotras somos una representación de la energía femenina, y cada una somos distintas por eso, porque somos expresiones femeninas auténticas de este gran Ser que somos.

Estar las unas con las otras, abrazarnos, bailar, reír, llorar juntas, entendernos como seres humanos con miedos, con los mismos miedos, con ideas y sueños, y aunque nuestros sueños diferentes todos tienen algo en común: el deseo de dejar algo de nosotras y brillar.

Cada que termina un círculo de mujeres, así sea que yo lo guíe o yo asista a uno me quedo con una sensación de vitalidad que no se puede describir pero que estoy segura de que quienes la han sentido, saben a lo que me refiero.

En círculo he logrado vencer el miedo a ser mujer, básicamente, me siento cada vez más conectada con mi piel, mi cuerpo y mi movimiento, me siento cada vez más cómoda entre los brazos de mis amigas y menos resistente a recibir amor. Encuentro en cada una la energía que me completa como mujer.

Considero que el contacto femenino me ha vuelto más dulce, más suave y hasta más sensual. estoy segura que esa energía a la que me he expuesto con mi corazón abierto, me ha ayudado a ser mejor persona y a sanar aspectos de mis relaciones que jamás habría podido si no fuera por mis hermanas y la inspiración que me dan.

Con ellas he podido encontrar compinches para tejer sueños, brujas para hacer magia y artistas para crear juntas. Entre mujeres me siento segura, me siento amada, sostenida y cómoda.

Podría jurar que en mi pasado nunca imaginé decir eso, pero es verdad, es tangible y la transformación en mí es clara.

Por eso lo que ahora es AlasdeOrquidea, porque si algo quiero brindar a las mujeres que me rodean física y virtualmente, es eso mismo que yo siento cuando estoy rodeada de mujeres. Por eso este espacio en el que creamos un círculo virtual y nos reunimos, aunque sea cada quien desde su trinchera.

Para las Brujildas que viven en Miami, regístrense en el botón de abajo para recibir la invitación a los eventos que hago y manténganse atentas de redes sociales en donde publicamos todo lo que sucede.

Espero coincidir, algún día, en círculo con todas ustedes.

Ana Bolena ∞ AlasdeOrquidea