La Semilla del Amor | Fragmento de mi libro Sé Feliz

Este es un fragmento de mi Libro Sé Feliz que les comparto para quienes no lo tienen aún, o para quienes lo tienen y quieren regresar a esta lectura. Lo maravilloso de este libro es que puedes leerlo una y otra vez, en orden o en desórden y consultarlo para que te de mensajes diarios pues son lecturas cortas para inspirarte y hacerte feliz. También les dejo los links para adquirirlo en la versión que te acomode más. Todo mi amor, Annie.

Encontrar una pareja perfecta es el sueño de muchos, realidad de pocos. 

Desde muy pequeños nos hacen la promesa de que ese amor de ensueño llegará y todo será más fácil, entonces, solo entonces, seremos felices. 

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Nos instalan creencias que delinean nuestra vida y sus resultados ante el amor: las Cirilas seremos princesas esperando a que el amor aparezca por una ventana, mientras tanto dormiremos con la trompa parada hasta que el beso que nos “salve” toque nuestros labios. 

Sobre los Cirilos pesa la carga de rescatar a esa princesa tras romperse la madre con un dragón.  Entonces, solo entonces, serán felices. 

El amor de pareja, la aparición del príncipe azul y la trompa parada de la princesa, son cuentos de hadas en donde jamás mencionan el amor propio. 

La semilla de una vida en equilibrio es el amor propio. Desde ahí se empieza, ahí se termina y por ahí se camina. 

Ayer escuché una bonita metáfora: los bambús se demoran mucho en crecer porque primero trabajan en su raíz, no es hasta que la fortalecen que comienzan a proyectarse hacia el cielo. Eso sí, cuando un bambú comienza a crecer, no hay viento, ni tormenta, ni huracán que lo detenga. 

Si nos convirtiéramos en bambús, la búsqueda del amor verdadero sería más fácil pues al comenzar por nosotros mismos y fomentar el amor más grande, entonces el panorama se abriría de maneras luminosas. 

Hay tres pasos que considero fundamentales para acceder a un amor de dos de leyenda: amor propio, saber perfectamente el tipo de persona que quiero, pero más importante cómo me quiero sentir con esa persona, no entrar en relaciones sin conocer bien a quienes parecen buenos candidatos. 

ADQUIERE LA VERSIÓN FÍSICA:

Lo que pasa es que nos aceleramos porque nuestro amor propio es débil. Cuando buscas que te amen para entonces poder amarte, estás apuntándote en la lista de una relación patológica. 

Cuando entregas tu corazón a personas que no llenan tus expectativas, estás apuntándote en la lista de una relación insatisfactoria. Cuando no sabes lo que deseas, ni como lo deseas, sino que lo que quieres es no estar solo, estás apuntándote en la lista de la soledad. 

Antes de enamorarte de alguien más debes enamorarte de ti mismo. No puedes vender un producto si no lo has usado, si no te encanta los resultados que ha dado en ti. Aunque tú no eres un producto, para lograr que el ser adecuado se enamore de ti, tienes que saber, por lo menos, qué es eso tan maravilloso que eres y eso solo lo conoces, entregándotelo a ti mismo primero. 

No se trata de enamorarte para que te entreguen seguridad, amor, confianza, sino lo que tú tienes para ofrecer, entonces, solo entonces serás feliz. 

No porque sepas lo que puedes entregar y te sientes con tu propuesta a esperar entregarlo, sino porque al saber lo que eres, al conocer tu potencial, cuando te amas por sobre todas las cosas y encuentras tu valor, es imposible no ser feliz. 

Aunque ese amor no llegue todavía, experimentas en el amor propio, un idilio que garantiza el amor eterno.