La siembra de la menstruación

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La primera vez que escuché sobre la siembra de la luna, también conocida como la ofrenda menstrual, creo que hice una arcada. No lo digo orgullosa, ahora que mi Yoni y yo nos hemos vuelto más amigas, me siento un poco mal de saber que sentí asco de mi propia sangre. 

Imaginarme recolectando mi sangre para abrir un hueco en la tierra y enterrarla ahí, me parecía aterrador. Solo pensar en el proceso de recolección y luego enterrar... mmm... no... jamás haría eso, sorry, not for me

Pero como todo en la vida es un proceso. Resulta que el hecho de tenerle asco a nuestra sangre, porque estoy segura que más de una frunció la cara al escuchar sobre la siembra, es una clara muestra de no estar abarcándonos y ubicándonos como mujeres en esta experiencia de vida.

La sangre que se acumula en nuestros úteros cada mes, es un llamado a la vida, a la creación, al renacimiento, a dejar ir lo que ya no nos representa y a abrir espacio para las nuevas creaciones. ¿Por qué tenerle asco? Si es nuestra sangre, nuestro cuerpo, es el jugo de nuestra existencia que nos corre por las venas y nos mantiene vivas. 

La siembra ya se ha convertido en parte de mi ciclo, ahora si no lo hago siento que me hace falta esa ofrenda.

Sembrar tu sangre es un acoplamiento entre tu energía y la energía de la madre. La sangre es algo que no rompe vínculo, esa sangre enterrada está sanando desde ahí a tu útero y al ser ofrenda para la Madre máxima, esa sangre se convierte en intención de amor y la apertura de tu centro de poder en el vientre, sucede. 

La siembra de la luna así como la implantación de los huevos empoderan tu sexualidad, sanan tus bloqueos energéticos provocados por traumas, excesos, carencias, abandonos y abusos que se han quedado estancados en tus centros de poder y que te limitan a la hora de vivir y crear.

Además, con estos rituales del ciclo femenino, honramos a nuestro linaje por medio del contacto de nuestra sangre con las raíces en la tierra. 

No es necesario que tengas un jardín, puedes plantar tu sangre en una plantita que tengas en una maceta, incluso la puedes designar para eso y tenerla en tu altar o usarla como un altar. La sangre no va a hacer que huela mal ni que crezca nada feo. La sangre entrará a la tierra y como cualquier materia orgánica se integrará. Si se trata de una maceta sobretodo, te recomiendo que diluyas tu sangre en agua para que no sea muy fuerte para la planta y la dañes. 

¿Cuándo hacerlo?

A mi me gusta hacerlo una o dos veces por período. La recolecto, abro un hueco a los pies de mi árbol sagrado y la siembro, pongo tierra sobre ella, mi mano sobre la tierra y se la ofrendo con amor a mi Madre Tierra, pidiendo por mis intenciones, visualizando la sanación y conectada con el presente y mi ciclo. 

Si quieres comprar cuarzo picado y ofrendar un pedacito de cuarzo en tu siembra, más hermoso aún. Recuerda que es tu ritual, puedes poner pétalos de rosa sobre el entierro o regar con aceite esencial de Geranio, Jazmin o Lavanda que son aceites compatibles con la energía femenina.

¿Tienes dudas para sembrar tu luna? ¡Pregúntame! Seré muy feliz en ayudarte. 

Con todo mi amor,

Ana Bolena ∞ AlasdeOrquidea